Fiche 11, Exercice 1 (page 31)

  1. En Malaca nos detuvimos dos días para esperar un cargamento de vino. Una vez dejado aquel puerto, no volvimos a tener oportunidad de desembarcar, por lo que divisamos a lo lejos Sex y Abdera. De noche doblamos el cabo y vimos la luz del faro. Desde entonces cambió el viento y me sentí mejor. Hice amistad con un joven de Olisipo [...]
    [...] mi nuevo amigo y yo nos dispusimos a matar el tiempo, pues no zarpábamos hasta la mañana siguiente. Bebimos en las tabernas y disfruté a mis anchas de la libertad…
    Jesús Sánchez Adalid, La luz del Oriente, © Jesús Sánchez Adalid, 2000.
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