Fiche 38, Exercice 2 (page 85)

  1. Espadas que parecían de verdad, no como las que se hacía mi Paco con dos palos amarrados con guita. Y arcos con flechas. Y repiones casi nuevos, y bolindres de colores, y soldaditos con uniforme, de cuando Napoleón lo menos. Un buen manojo de juguetes dejaban aquí, que en la capital tenían más. Y también un caballo de madera con las pezuñas apoyadas en un hierro que costaba unos cuantos duros, lo podían montar y todo, y lo movían como las barcas de la feria. Dulce Chacón, Cielos de barro, © Alfaguara, p. 118.