Fiche 43, Exercice 2 (page 95)

  1. Aquélla fue la primera vez que tuve contacto con cristianos. En Emerita había conocido a algunos, pero sólo de vista. Mi padre era tajante en ese asunto: ni cristianos ni judíos. Sabía que celebraban el primer día de la semana, que su dios venía de Jerusalén, que en varias ocasiones se habían enfrentado al gobierno, que habían sufrido la persecución de las autoridades y poco más. En Emerita no eran muchos por aquel entonces y su vida se desenvolvía al margen, según tenía entendido. En Antioquía, como en otras grandes ciudades, era distinto. Los cristianos tenían sus propios barrios…
    Jesús Sánchez Adalid, La luz del Oriente, © Jesús Sánchez Adalid, 2000.
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